lunes, 16 de mayo de 2016

Cómo desarrollar el pensamiento crítico, argumentativo, interpretativo, propositivo e investigativo



La educación no consiste en llenar al niño de gran cantidad de contenidos,  como si fuera una biblioteca andante, sucedería como el loro que repite  y repite pero no sabe lo que dice. Ese es uno de los grandes problemas en la enseñanza, que a pesar de los nuevos modelos pedagógicos y adelantos en didáctica. Se enseñan contenidos pero no se enseña para la vida, para que esos contenidos puedan ser contextualizados y utilizados según las circunstancias particulares del individuo. Pero sobre todo que esa misma formación sirva para responder preguntas esenciales como ¿para qué? Para qué estudio biología, para qué me vuelvo ingeniero, para qué estudio medicina. Es posible que alguien responda inmediatamente: para ganar dinero, mucho dinero. Sin embargo ¿el dinero es el fin de todo el esfuerzo y dedicación? a eso se reduce todo? Sin duda alguna con el dinero se satisfacen las necesidades básicas del ser humano, sin embargo ese no es el derrotero de una existencia.

Con una pregunta como ésta, que parece sencilla, se hace un pulso al pensamiento crítico, argumentativo, propositivo e investigativo que se necesita para hacer frente a la vida en todos los ángulos. Sin duda alguna el hombre no es  todo razón, también es emoción, tiene impulsos  y reacciones subconscientes, sin embargo cómo mejoraría la calidad de vida del ser humano tanto en su existencia particular como en sociedad, si utilizara la razón de una mejor forma: Si filosofara. No habría sin lugar a dudas tantos conflictos, habría más progreso, justicia social, se actuaría éticamente, no se permitiría que los demás pasaran por encima de sí mismos.

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